¿CÓMO AFECTA LA ATROFIA VAGINAL POSTMENOPÁUSICA?
Las mujeres que experimentan molestias sexuales y urinarias como consecuencia de la atrofia vaginal debieran ser diagnosticadas y tratadas a la brevedad para evitar sufrir complicaciones que luego son difíciles de resolver
A diferencia de los bochornos y sudores nocturnos que se resuelven en el tiempo, los síntomas atróficos que afectan a la vagina y al tracto urinario son progresivos y requieren tratamiento. La sequedad vaginal aumenta a medida que la mujer avanza en la postmenopausia, causando prurito, ardor y dolor durante el coito, afectando su actividad sexual.
Esta molestia se aprecia clínicamente 4 a 5 años después de la menopausia, y los cambios objetivos, además de los subjetivas, están presentes en un 25 y 50% de todas las mujeres postmenopáusicas.
El Dr. Roly Hilario, Ginecobstetra de la Clínica OncoGyn, explica que los órganos genitales femeninos dependen de los niveles de estrógenos, que les dan características propias. “Estas hormonas hacen que la vagina tenga elasticidad, lubricación y resista contra las infecciones, además le da la capacidad de producir glucógeno, lo cual conlleva a tener una adecuada acidez vaginal. Fisiológicamente, cuando la mujer entra a la menopausia, ya no producirá estrógenos por lo tanto, la vagina a entrar a un grado de atrofia que es normal. Sin embargo esto va a generar en algunas mujeres más molestias que en otras”.
Cuando hay atrofia vaginal, la mujer puede ser sentir resequedad vaginal, no hay lubricación, hay más riesgo de infecciones, menor tamaño de la cavidad vaginal, menos elasticidad, todo esto puede generar molestias en algunas inclusive sin tener relaciones sexuales. Alrededor del 50% y 60% va a tener problemas en su vida sexual, ya que tendrá relaciones sexuales dolorosas por la falta de lubricación y rechazo a la vida íntima.
Sin embargo, a pesar de diversas opciones de tratamientos seguros y eficaces, sólo una minoría de las mujeres acude a consulta médica para estas molestias.
Tratamiento hormonal local con buenos resultados
La pérdida de la producción ovárica de estrógenos se asocia con atrofia vaginal, que es una condición progresiva, pero la respuesta vaginal a la terapia estrogénica es rápida y sostenida.La sequedad vaginal puede mejorarse con lubricantes, pero el mejor tratamiento y el más lógico para la atrofia urogenital es el uso de estrógenos locales. Estos son seguros, eficaces y con pocas contra indicaciones.
“La atrofia vaginal se va a tratar en función a la gravedad de las molestias que tenga la mujer, el tratamiento estándar es mediante hormonas estrogénicas a nivel local con la aplicación de cremas o la colocación de óvulos vaginales. Esto va mejorar mucho toda molestia vaginal, su vida íntima y las molestias urinarias propias de la edad”, asegura el Dr. Hilario.
Independientemente de los temores y riesgos que rodean a la Terapia de Reemplazo Hormonal fueren o no justificados, el tratamiento local de la atrofia vaginal no se asocia a posibles efectos adversos. Los estrógenos son fácilmente absorbidos en la pared vaginal y sus efectos no serán exclusivamente locales.
Alternativa para la atrofia vaginal: tratamiento láser
Una alternativa a los tratamientos hormonales, sobre todo para aquellas mujeres que no pueden recibirlos, es el tratamiento con láser que va mejorar la irrigación a ese nivel que aliviara las molestias vaginales.
“El tratamiento láser ayuda a la producción de colágeno para la revitalización y formación de nuevo tejido vaginal que se había perdido por la baja de estrógenos. El láser forma nuevos vasos sanguíneos a nivel de la mucosa vaginal, mejorando el flujo sanguíneo. Ello mejora el tono vaginal y recupera la lubricación natural”, recomienda el especialista de OncoGyn.