TRATAMIENTOS DEL CÁNCER DE MAMA TRIPLICA RIESGO DE PROBLEMAS CARDIOVASCULARES
El tratamiento oncológico, ya sea con radioterapia o quimioterapia, triplica el riesgo de complicaciones cardiovasculares a mediano y a largo plazo, afectando negativamente la supervivencia de las pacientes. Esto obliga a suspener o modificar el tratamiento previsto en un 20% de las pacientes, lo cual aumenta el riesgo de la mortalidad por cáncer.
Según un reciente estudio español, las antraciclinas, fármacos clave en el tratamiento de muchos tumores como el de mama, provocan daños severos en el corazón en todas las pacientes.
Este medicamento, esencial a la hora de tratar el cáncer, suele producir un daño directo sobre las células del miocardio, causando disfunción ventricular. Según expertos, el riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca es diez veces mayor después de recibir antraciclinas que tras un infarto no complicado.
Encargados del estudio señalaron que los efectos del tratamiento oncológico son muy variados y dependen del tipo de fármaco o del tipo de radioterapia. La radioterapia torácica es la más dañina, sobre todo cuando se aplica la radiación en la mama izquierda y en la zona comprendida entre la columna vertebral y el esternón.
Al respecto, el Dr. Julio Dueñas, Director Científico de la Clínica Oncogyn, explicó que gran parte de los medicamentos para tratar el cáncer de mama, tienen la posibilidad de producir efectos cardiovasculares como hipertensión arterial, arritmias, insuficiencia cardiaca, entre otros.
“Sobre la radioterapia que se aplica en el toráx, ésta debe darse en dosis reducidas, pues el corazón es un órgano muy sensible. Dañarlo agrava aún más los efectos negativos que de por si ya produce el cáncer de mama”, añadió el Dr. Dueñas.
Cabe precisar, que la radioterapia produce daños a nivel del miocardio, del pericardio, de las coronarias y del tejido de las válvulas, lo que produce enfermedad coronaria precoz, insuficiencias valvurales, pérdida de fuerza del corazón y patología percárdica.
Diagnóstico precoz de problemas cardiovasculares
Actualmente, hay técnicas de diagnóstico por imágen y de biomarcadores capaces de detectar tempranamente los efectos secundarios de las terapias contra el cáncer. Estas técnicas pueden evitar o disminuir el riesgo de los efectos dañinos del tratamiento oncológico.
Esto posibilita que los enfermos reciban también terapias para evitar las complicaciones cardiovasculares y el abandono del tratamiento contra el tumor. De detectarse a tiempo se logra que no se modifiquen ni se interrumpa la medicación oncológica.
Finalmente los investigadores indicaron que la idea no es que las pacientes se asusten, sino que se informen sobre los riesgos mencionados y que sepan la importancia de llevar un estilo de vida cardio saludable al mismo nivel, o mejor, que antes de iniciar la terapia oncológica.
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