Miomas Uterinos: Que no invadan tu matriz

Los Miomas Uterinos o fibromas uterinos, son tumoraciones benignas en las mujeres; además de ser los más comunes, aparecen en edad reproductiva y en ocasiones  puede causar problemas de infertilidad, generalmente son detectados mediante chequeos ginecológicos.

Estas tumoraciones crecen en el tejido muscular del útero y, aunque las causas son desconocidas, están relacionados con las hormonas femeninas, como el estrógeno, debido a que estimulan su crecimiento.

Existen tres tipos de miomas uterinos, la diferencia se da según la zona de la capa del útero de donde crezcan. Dependiendo de esa ubicación estos pueden ser:

• Miomas subserosos: estos crecen por debajo de la capa del útero, en la zona serosa. Por su ubicación el útero puede verse abultado.

• Miomas intramurales: se desarrollan dentro de la pared uterina y crecen en el interior del mismo, son los miomas más comunes.

• Miomas submucosos: crecen debajo del útero, en el endometrio. Aunque es el menos común, es el que más síntomas causa.

¿Qué síntomas presenta?

Sangrado menstrual excesivo: uno de los síntomas más comunes, y una clásica asociación son las hemorragias uterinas anormales, la cantidad de sangrado es asociado a su ubicación, como  los submucosos e intramurales. También, se considera el sangrado entre periodos de menstruación y en ocasiones los coágulos de sangre; además de dolorosa.

Dolor y presión en la pelvis: Mayormente los miomas uterinos no presentan dolor y, en los casos donde se da ese padecimiento dependerá de su ubicación y tamaño, este síntoma puede ser acompañado de compresión  o sensación de presión en el estómago, estreñimiento y ganas de miccionar frecuentemente; cuando el fibroma presiona la vejiga, así como otros órganos vecinos.

Efectos en la fertilidad

Los miomas intramurales y submucosos están asociados a problemas de infertilidad, debido a su tamaño; alteración de contractibilidad; persistencia del sangrado. Estos miomas pueden dificultar la implantación del embrión, el paso de los espermatozoides a la parte interna del útero, provocando en ocasiones obstrucción del tubo ovárico.

Además, durante el embarazo, existe el riesgo de abortos involuntarios y, riesgos obstétricos como placenta previa; nacimientos prematuros, mala presentación de parto (de nalgas) y cesáreas; desprendimiento de placenta.

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