Flujo vaginal: ¿qué indican sus cambios y cuándo preocuparse?
El flujo vaginal es la secreción mucosa liberada desde la vagina y que se presenta de forma constante durante la edad reproductiva de la mujer.
Es producido por las glándulas que están dentro de la vagina y el cuello uterino. Su función principal es mantener limpio el entorno vaginal, puesto que a su paso arrastra bacterias, microorganismos dañinos y células muertas. Las cuales pueden causar infecciones vaginales.
Otras funciones es por ejemplo lubricar las paredes vaginales durante el acto sexual, favorecer el paso de los espermatozoides, equilibrar el pH ácido e impedir el ascenso de bacterias.
Flujo normal
El flujo vaginal normal es de color claro, pálido o blanquecino, de consistencia delgada y no tiene mal olor. En algunas mujeres este puede ser abundante, aunque en otras puede ser escaso. Sus características cambian durante el ciclo menstrual, debido a la influencia de las hormonas
Flujo anormal
El flujo vaginal anormal muestra características alteradas significativas, en el color, olor consistencia y cantidad. Este puede ser por infecciones comunes como la candidiasis y la vaginosis bacteriana. Asimismo debido a las enfermedades de transmisión sexual, sean estas la tricomoniasis, la clamidia, la gonorrea, entre otras.
La presencia de enfermedades ginecológicas como cervicitis, la enfermedad pélvica inflamatoria, cáncer de cuello uterino; condiciones como la diabetes y desequilibrios hormonales causan flujos anormales.
Flujo en el embarazo
Uno de los cambios que se experimenta durante el embarazo es el aumento del flujo vaginal y se debe a los cambios hormonales típicos de esta etapa. Este tipo de leucorrea es blanco de aspecto lechoso y olor suave.
Si este fuese de color amarillo, verde, consistencia grumosa o espumosa con mal olor, con presencia de picazón debe asistir al ginecólogo y descartar alguna infección. De igual forma, si es rosado con rastros de sangre, sobre todo si está en las 12 primeras semanas.
Flujo en la menopausia
Durante la menopausia se dan muchos cambios, uno de estos es la cantidad de flujo que produce. En esta etapa de la mujer, los niveles de estrógeno disminuyen, causando sequedad vaginal y el adelgazamiento de las paredes que la cubren. Como resultado el flujo vaginal es escaso y acuoso.
La Dra. Gladys Calderón, ginecóloga de la Clínica OncoGyn menciona que “para mantener el flujo vaginal saludable se debe evitar el uso de productos perfumados y las duchas vaginales, usar ropa interior de algodón y evitar los hilos dentales y pantalones ajustados, cambiarse constantemente las toallas higiénicas y no usar protectores diarios. Y acudir regularmente a un chequeo ginecológico”
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