Infecciones de transmisión sexual, conoce sus síntomas y no dejes que dañen tu salud sexual
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son un conjunto de afecciones que se contraen de una persona a otra a través del contacto sexual con alguien que tenga una infección. Las ITS son causadas por distintos agentes, como bacterias, virus o parásitos. Pueden ser peligrosas si no se tratan a tiempo, pero tras una prueba de detección muchas pueden ser tratadas con facilidad.
Mayormente las enfermedades de transmisión sexual afectan a la pareja; sin embargo, es la mujer quien suele llevar la peor parte, puesto que los síntomas pueden ser más graves y molestos en ellas. Además, de estar gestando y tener una ITS, puede causar daños al bebé.
¿Cómo sé que tengo una infección de transmisión sexual?
Los síntomas más comunes que se pueden presentar son los siguientes:
- Prurito alrededor de la vagina, acompañado de flujos anormales
- Secreción en el pene
- Dolor durante las relaciones sexuales o al orinar
- Dolor en la zona pélvica
- Pequeñas ampollas en el área genital
- Verrugas blandas
- Llagas o protuberancias
- Erupciones cutáneas en el tronco, manos o pies
Estos signos pueden manifestarse a los pocos días de haber mantenido relaciones sexuales; no obstante, algunas pueden desarrollarse después de mucho tiempo. La actividad sexual desempeña una función en cuanto a la propagación de diversos agentes infecciosos.
Factores de riesgo
Todas los que sean sexualmente activos tiene el riesgo de exponerse a una infección de transmisión sexual. A continuación, señalaremos algunas circunstancias que puede aumentar este riesgo:
- Tener relaciones sexuales sin protección
- Tener relaciones sexuales con distintas parejas
- Tener antecedentes de ITS
- Inyectarse de drogas, al compartir agujas se puede contagiar de VIH, Hepatitis B y C
Se debe ser consciente que cada acto sexual no solo puede provocar un embarazo no deseado, sino que también conlleva a contraer una infección de transmisión sexual. Actualmente existen muchos métodos de prevención para evitar un embarazo y pocas para las ITS. Por otro lado, se sabe que, a mayor número de parejas sexuales, el riesgo de contagio aumenta.
Una de las mejores formas de prevención es la abstinencia, o no tener relaciones sexuales con personas infectadas, pero pocas saben que tienen una infección al no presentar síntomas. Por lo que el preservativo cumple una función importante, sumado a chequeos ginecológicos que puedan detectar alguna de estas infecciones.
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