DIETA DE LA MADRE PUEDE MODIFICAR ADN DEL BEBÉ
Reciente estudio asegura que la calidad de la alimentación de la madre antes y durante el embarazo puede alterar las defensas inmunológicas e incrementar el riesgo de cáncer del niño.
Un nuevo estudio llevado a cabo por entidades de Gambia, Reino Unido y Estados Unidos, ha determinado que la dieta de una embarazada es clave en un gen que influye en el sistema inmunológico y en el riesgo de cáncer para el niño.
Las pequeñas diferencias en el ADN pueden afectar al riesgo de desarrollar ciertas enfermedades. Así, el ADN del bebé puede verse modificado por la dieta que lleve una mujer durante el embarazo, no sólo antes de éste, como ya se demostró estudios anteriores. En el reciente estudio, los investigadores localizaron un gen llamado VTRNA2-1, que afecta la manera en que el cuerpo responde ante las infecciones virales, que es muy sensible a estos cambios en la dieta.
Estos datos provienen de un “experimento de la naturaleza” único realizado en Gambia en el que la población se alimenta de cultivos propios y viven expuestos a un clima con estaciones lluviosas y secas. Los investigadores reclutaron a 120 mujeres embarazadas que dieron a luz en el pico de la temporada de lluvias o seca y midieron las concentraciones de nutrientes en la sangre. Luego analizaron muestras de sangre y del folículo piloso de sus bebés entre los 2 y 8 meses.
Los resultados mostraron que los cambios químicos que regulan la manera en que se expresa el gen VTRNA2-1 se ven influenciados por la temporada en la que son concebidos los bebés. La nutrición materna es el conductor más probable.
Finalmente, los investigadores afirmaron que ésta es la primera evidencia concreta de que la dieta de una madre antes del embarazo puede afectar al riesgo de la enfermedad de su hijo por la reescritura de una pequeña porción de sus genes. Como este gen juega un papel clave en el control de la respuesta a las infecciones virales y ofreciendo protección contra ciertos tipos de cáncer, las implicaciones potenciales son enormes.
Buena alimentación asegura parto natural y buena salud del bebé
La alimentación materna influye directamente en el desarrollo fetal. Está comprobado que el aumento en la tasa de abortos y retraso del crecimiento del útero se da en aquellas mujeres que llevaron una dieta baja en nutrientes, antes y durante la gestación.
“En el embarazo, la alteración del metabolismo conlleva a una alimentación más contundente que lo habitual, lo cual no significa aumentar las raciones de alimento ni mucho menos consumir comidas con alto contenido en grasas o carbohidratos, sino saber distribuir las raciones basadas en verduras, frutas y legumbres”, explicó el doctor Fernando Valencia, ginecólogo de la Clínica Oncogyn Sede Los Olivos.
“De no llevar una dieta balanceada, acompañada de hierro y ácido fólico, hay mayor riesgo de que hayan malformaciones en el bebé. La descalcificación en la gestación también es producto de la mala alimentación”, añadió el galeno.
Especialistas recomiendan llevar un óptimo control prenatal para poder determinar si hay o no factores de riesgo. La gestante no debe de ingerir cantidades excesivas de carbohidratos, grasas y azucares. Además debe mantenerse activa, con moderados niveles de actividad física, ya que esto va a ayudar a que no aumente mucho de peso durante el embarazo y así evitar amenazas de aborto, insuficiencia cervical, riesgo de obesidad en el futuro, entre otros.
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