Estrés psicológico en una mujer con cáncer ¿Cómo ayudarla?
El estrés y el cáncer en el Perú, las mujeres sufren cáncer 57% más que los hombres, el 19% del total son pacientes con cáncer de cuello uterino, seguido del cáncer de mama en un 16%, estos tipos de cánceres pueden o no presentar síntomas y aparecen con mayor frecuencia en mujeres mayores. Así lo presentó la Agencia Internacional para la investigación del cáncer (IARC).
¿Pero qué sucede cuándo a una mujer se la diagnóstica con algún tipo de cáncer ginecológico? Las respuestas emocionales y conductuales que se presenten tienen una causa biológica y psicológica.
Nos centraremos en el factor psicológico, el cual involucra los pensamientos que tiene el ser humano sobre su situación actual, experiencias pasadas y sus expectativas del futuro. Si estos pensamientos son positivos y realistas los controlaremos bien y lograremos adaptarnos a los cambios que se presenten, ya sean físicos o emocionales. Si los pensamientos son negativos y distorsionados, solo desencadenaremos frustración, miedo, descontrol, es decir “estrés”.
Entonces, ¿Qué es el estrés?
Para Lazarus y colaboradores (1986), el estrés es “una transacción entre la persona y el ambiente” o “una situación resultante de la interpretación y valoración de los acontecimientos que la persona hace”.
Se produce cuando una persona está frente a una situación de presión física, mental o emocional. Puede ser desencadenado por situaciones comunes como responsabilidades del día a día y actividades de rutina, o por situaciones menos comunes como una enfermedad.
En relación con diagnósticos de cáncer ginecológico, Doherty (1997) nos dice que la naturaleza y tratamiento de la oncología ginecológica puede ocasionar un estrés añadido para la mujer que padece la enfermedad.
Cuando diagnostican a una mujer con algún tipo de cáncer ginecológico, en una primera instancia, aparece la angustia y no hablan del tema abiertamente. En algunas ocasiones los comentan con familiares cercanos, manifestando sus pensamientos irracionales, sentimientos de culpa y miedos. Es por ello que es importante que el personal médico explique bien el proceso que se llevará a cabo a partir del diagnóstico.
Desde el inicio y en todo el proceso de la enfermedad y su tratamiento, la paciente afrontará elementos estresores. Para Elliot y Eisderfen (1982) estarían en las siguientes categorías de distintos 3 Estresores:
- Agudos: tener una intervención quirúrgica.
- Interminentes: en la quimioterapia o la espera de los resultados de las pruebas en el tratamiento.
- Crónicos: como en la pérdida de un órgano y el miedo a que vuelva a aparecer el cáncer.
La mujer, al percibir que existe un problema que afecta directamente su salud o al no poder afrontar de manera óptima el proceso, tiene pensamientos de muerte, pérdida de funcionalidad, pérdida de rol social e incertidumbre.
La incertidumbre es la principal causa de que se produzca una situación de estrés, y con el fin de disminuirlo generaran reacciones emocionales negativas y conductas de riesgo como consumir alcohol, comer grasas en exceso, fumar, entre otros.
La angustia se apodera de ellas, reduciendo su calidad de vida y repercutiendo en la efectividad del tratamiento que realicen.
¿Cómo pueden manejar el estrés psicológico las mujeres con cáncer?
- Es importante que la mujer entienda que puede controlar las manifestaciones de estrés en su cuerpo, que no se victimice y encuentre las herramientas para poder reducir el malestar.
- Es primordial el apoyo que puedan recibir de sus familiares, amistades más cercanas o parejas, quienes ayudarán a reducir los niveles de estrés, depresión, ansiedad durante todo el proceso.
- Realizar actividades de relajación y meditación.
- Acudir a consejerías psicológicas.
- Participar en grupos de apoyo, donde puedan conocer otros casos como el de ellas.
- Realizar ejercicios suaves y de estiramiento.
- Tener una alimentación nutritiva y balanceada.
Columna psicológica especializada
Dra. Maira Rodríguez
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